
Coopersmith (1996, citado en Rodas y Sánchez, 2006) señala que los individuos presentan diversas formas y niveles perceptivos, así como diferencias en cuanto al patrón de acercamiento y de respuesta a los estímulos ambientales. Por ello, la autoestima presenta áreas dimensionales que caracterizan su amplitud y radio de acción. (Dimensiones de la Autoestima)
Smelser (1989), citados componentes de la autoestima que son los siguientes:
- Dimensión Afectiva:
Es la capacidad de sentir, expresión de sus sentimientos, sensaciones, temores y de establecer vínculos afectivos reconocidos como valiosos entre amigos, familiares. Lo que refuerza el afronte a situaciones.
- Dimensión Física:
Es la valoración que hace el niño de todo lo que tiene que ver con su físico. Incluye también, en los niños, el sentirse fuerte y capaz de defenderse; y en las niñas, al sentirse armoniosa y coordinada.
- Dimensión Social:
Consiste en la evaluación que el individuo hace y habitualmente mantiene con respecto a si mismo en relación con sus interacciones sociales, considerando su capacidad, productividad, importancia y dignidad, implicando un juicio personal expresado en actitudes hacia sí mismo.
- Dimensión Académica
Consiste en la evaluación que el individuo hace y habitualmente mantiene con respecto a si mismo en relación con su desempeño en el ámbito escolar, considerando su capacidad, productividad, importancia y dignidad e implicando un juicio personal expresado en actitudes hacia sí mismo.
- Dimensión Ética:
Se relaciona con el hecho de sentirse una persona buena y confiable o, por el contrario, malo o poco confiable. También incluye atributos como sentirse responsable o irresponsable, trabajador o flojo.
La dimensión ética depende de la forma en que el niño interioriza los valores y las normas, y de como se ha sentido frente a los adultos cuando las ha cuestionado o ha sido sancionado.
Coopersmith afirma si el bienestar e idea de si mismo está expuesto a cambios y alteraciones, parece ser relativamente resistente a tales cambios. Al establecerse, da un sentido de continuidad personal. Así las experiencias que parecen estar asociadas al desarrollo de actitudes positivas o negativas hacia el sí mismo son las categorías de: éxitos, valores y aspiraciones y defensas que pensamos detallar.
Coopersmith entiende el “Self”: como una estructura multidimensional, refleja en diversas dimensiones como son: Las dimensiones de la experiencia, los atributos, las capacidades y los diferentes énfasis dados en el proceso de abstracción. Centra su atención en las actitudes de valoración que las personas tienen hacia uno mismo, la importancia atribuida en los éxitos de cada persona se relacionan con los valores que se han interiorizado de sus padres o personas significativas.